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24.2.09

No hay Cuba sin Pablo



Así como Remedios de Gabriel, la Maga de Cortázar, de Cervantes Dulcinea, del Dante las amantes Y María del Carmen de Noel. Yolanda es una mujer indispensable en nuestra cultura.

Hace un par de semanas le llevé serenata a mi esposa, y entre otras canciones, le canté “Yolanda”.
Estoy hablando de la canción del maestro Pablo Milanés, que es imprescindible en el repertorio de mariachis, soneros, tríos, solistas, etc. Mencionar esta canción quizá sea encasillarlo en la misma, pero es una de cientos que el Cubano oriental ha hecho durante más de cuatro décadas.

Hoy cumple años Pablito, y por eso le cantamos las mañanitas con guitarra, tres, bongós y contrabajo.



Pablo Milanés (Bayamo, 24 de febrero de 1943)

26.10.08

Corrido a la reforma energética 2008

Favor de imaginar la armonía en 3/4 y aguardientar la voz como Chavela Vargas o el intérprete de su elección.



Petróleo

Por hoy todo acomodado
Llegan a un feliz convenio
Los trajeados del senado
Hacen honor al sexenio

Y aquel artista del óleo
Permitió algún pincelazo
Pintura color petróleo
Breves y brunos retazos

Y mi tajada es un bono
De chocolate el pastel
Pero de nuevo perdono
Que sea sólo para él.

Será tema del glosario
De los libros de primaria
Pequeña nota en los diarios
Por la crisis monetaria


Negro y más caro que el oro
Se les ve salir los cuernos
Pero de diablo, no toro
Al repartirlo el gobierno

Y mi tajada es un bono
De chocolate el pastel
Pero de nuevo perdono
Que sea sólo para él.

Así que rompo el marrano
De barro pa’ mi futuro
Para ser un mexicano
Con derecho a hidrocarburos.



Trejo 25/10/2008


Imagen de:

Isabel Villaseñor
• El corrido •
1930, xilografía,
21.5 x 18.5 cm.

4.8.08

Forastero



Por Salvador Sáenz

Lo que descubro en este pueblo no es nada nuevo: cada país, región o ciudad (incluso cada barrio) tiene sus propias costumbres. Las sociedades van estableciendo las reglas de convivencia que sus ciudadanos irán asimilando con el paso de los años, para forjar así, las formas de vida propias de cada lugar. De esta manera, un grupo de habitantes puede tener costumbres distintas a las de su comunidad vecina, no importando que los divida, apenas, una sola calle: las reglas cambian con pasar de un ámbito a otro.
Allende, Nuevo León (ciudad a 45 mins. de Monterrey y lugar donde ahora radica un servidor) no escapa a estos conceptos de territorialidad. Sus pobladores han establecido a lo largo de su existencia una serie de reglas no escritas que se tienen que acatar sin excepción —aunque no formen parte de las leyes de gobierno—, pues se corre el riesgo, de no hacerlo, de ser rechazado socialmente (en el mejor de los casos) y ser visto con malos ojos ante la moral ya establecida. Esto es muy común en todo el mundo a pesar de estar en plena era de modernidad. Pero la realidad es que así son las cosas por aquí, y llama la atención la cercanía geográfica pero, irónicamente, una distancia ideológica con sus vecinos los regios, donde, estos últimos, han adquirido una forma de vida anárquica comparada con la del resto del norte… Es extraño, pero cierto.
Estas son, pues, algunas de esas reglas no escritas que nos encontraremos, invariablemente, entre los allendenses, y las presento aquí como si un patriarca de barbas blancas, botas y sombrero, las estuviera dictando desde la cima de una montaña:



1. Pasearás por las calles, con el volumen del estéreo a toda potencia, con música preferentemente norteña. No importa la hora, no importa el momento: Los bajos deberán retumbar los cristales de las casas por donde transita el automóvil; qué le hace que se despierte la gente, qué le hace que los vecinos necesiten seguir descansando. Deberá sentirse nuestra presencia, la gente deberá saber que pasamos por ahí.
2. Si eres muchacha deberás haberte casado antes de los veinte años: después de esa edad, pasarás a ser oficialmente una “quedada”.
3. Si eres alcalde o regidor, no permitirás que se establezcan cines, antros o salas de masaje, pues estos lugares de perdición podrían quebrantar la tranquilidad moral de nuestros ciudadanos.
4. Si tienes lana o eres narco, tu casa deberá rallar en lo ostentoso, tendrá habitaciones amplias, patios bien cuidados, con 2 o 3 autos de lujo estacionados en sus cocheras.
5. Los jóvenes deberán pasearse los fines de semana alrededor de la Parroquia de San Pedro Apóstol, dando vueltas y vueltas en sus coches (ver regla 1) hasta el infinito, y estará estrictamente prohibido bajarse a hacer plática con los demás chicos, que también estarán dando vueltas sin cesar.
6. Habrá uno o dos gimnasios, cuando mucho. Las mujeres que asistan a estos lugares del demonio (en caso de que sus maridos les den el debido permiso) deberán ser recatadas. Harán su rutina de manera silenciosa, sin intercambiar palabra con hombre alguno, y de atreverse a hacerlo, la plática no deberá sobrepasar los 2 minutos y sólo será para intercambiar datos muy prácticos, como el clima, o preguntar si ya ha desocupado tal aparato de ejercicio.
7. Deberás acelerar tu coche a más de cien por hora, aunque tengas que pararte en cada esquina para respetar el alto. De lo que se trata es de que tus llantas rechinen y se escuche el estruendo de tu motor hasta Santiago, pueblo vecino.
8. Los hombres deberán saludar a toda aquella persona que se cruce en su camino, sin discriminar color, posición o musculatura, pues el saludo permite establecer vínculos sociales con sus conciudadanos. De no responder el saludo la persona aludida, se sabrá entonces que es un forastero, el cual seguramente pretenderá, de una forma u otra, quebrantar el equilibrio establecido, pues más le valiera a esa persona acostumbrarse a estos oficios menesterosos, si no quiere morir de aburrimiento en el intento.

26.5.08

SONETO ORO NEGRO


Que fácil es vender lo que no es de ellos
y más argumentando el crecimiento;
de quién, ¿explicarán el movimiento,
la urgencia de efectuarlo en un destello?

¿Acaso es compromiso que se atrasa?
Pensaron que en silencio iban a estar
la gente que no quiere regalar
lo que nos pertenece y queda en casa.

Bastante sospechoso es este asunto,
si aquí se pinta aquí se queda el óleo
que sólo ha decorado algunas casas.

Primero aclaren bien punto por punto
y digan qué nos toca del petróleo
informen en qué afecta si esto pasa.


(Trejo)

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