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9.11.09

Qué hacer para ir al Infierno


Hace unos días tuve que ir a un lugar cercano al bosque Venustiano Carranza. Al salir, camino a mi troquita que estacioné cerca de los jugos, me detuvieron un par de muchachas de falda larga para hablarme de la palabra de dios, y de que estoy condenado a ir al infierno. Así de sopetón me lo dijeron (tuve que darle un largo sorbete a mi jugo de betabel con apio y limón). Motivado por mi falta de interés en esas cuestiones, les dije que tenía prisa porque me estaban esperando. Me preguntaron que si de verdad no me interesaba saber que estoy condenado al abismo. Respondí que no, que no me interesaba en ese momento pero que muchas gracias. De una bolsa que cargaban, sacaron la que sería su última carta en juego, un folletito para que lo leyera cuando tuviera oportunidad, ya que aún tenía tiempo de cambiar mi destino y no chamuscarme eternamente a lado de Hitler, Bush, Salinas, Cruella de Vil y Sergio Bueno.

Reproduzco el texto escrito en la contraportada del folleto. Dentro de éste, sólo se encuentra la palabra “Nada” como respuesta a la pregunta.

¿Qué hacer para ir al infierno? NADA! ¿Sorprendido?
No necesitamos hacer nada para ir al infierno porque ya lo hemos hecho. Delante de Dios, ya todos somos pecadores culpables. Lee Ezequiel 18:4

Hoy en día la mayoría de la gente no teme a Dios, porque no se dan cuenta de cuan horrenda cosa es el infierno. En el infierno solo hay gritos, lamentos y crujir de dientes! Lee Mateo 13:49 y 50.

Dios también dice que el humo del tormento de ellos ascenderá por siempre jamás. Lee Apocalipsis 14:10-11.

No pienses de que Dios es cruel al permitir que la gente vaya al infierno. La realidad es que El no quiere que nadie vaya allí. Es que la santidad y la justicia de Dios, demanda que el pecado sea castigado.

Tú no tienes que ir allí, porque Dios permitiá que Jesús cargase con tu castigo, tus sufrimientos y tus pecados sobre la cruz. Lee 1 Pedro 3:18 y Romanos 5:8.

Ahora, si tú le crees a Dios que Cristo pagó por tus pecados, y estás dispuesto a admitir que necesitas a Cristo, hazle saber en tu corazón a Dios, ahora mismo, de que tú aceptas al Señor Jesús como tu Salvador personal, y no irás al infierno.
Lee el evangelio de San Juan 1:12 y 5:24.



¿Un jugo natural antioxidante y salvarme de ir al infierno?, definitivamente era mi día para tomar la senda correcta. Lamentablemente mi vida sigue igual. Marlboro y Tecate lo agradecen. La iglesia bautista no puede decir lo mismo.

Dejo un par de décimas para la ocasión.


Hoy me pienso encarrilar

Al infierno es el destino
-Por mi culpa por mi culpa-
Hoy ofrezco mis disculpas,
Juro, seré un buen Bambino,
Ya me lo dijo hasta Frino:
Llegó el tiempo de cambiar,
Al salvador aceptar
Y dejarme ya de vicios,
Para librar bien el juicio.
Hoy me pienso encarrilar

Porque el chamuco está en todo
En las cumbias, en el rock,
Dicen, se encuentra en mi blog,
En la arena y en el lodo,
Hasta detrás de los codos.
Para él somos sus presas,
Seguro que te tropiezas
Como hicieron, Eva, Adán
Manzanas de Canatlán,
Satán les dio la sorpresa.

Trejo


Texto y fotografía de Trejo.

27.3.09

Quiero laurearme pero me encebollo


Estamos entre el día en que nace y en el que muere el gran poeta peruano Cesar Vallejo. Alguna vez leí que lo que hacía era poner una estupidez sobre otra estupidez, para luego llamarle poema. Este era en concepto que tenían algunos de sus contemporáneos; pero como en la típica historia de los pioneros, nadie da crédito a sus creaciones hasta pasado el tiempo ya.

La cuchara siempre meto, y no será esta vez la excepción, así que les va este soneto que escribí para la ocasión, y después de los catorce endecasílabos, transcribo una pequeña biografía que encontré en esta cosa del demonio llamada internet.


Cesar Vallejo


Llovió en Francia, también en el Perú,
el sollozo del cóndor de los andes.
Ayer murió un poeta de los grandes,
llegaron al panteón aves del sur

a ver la insignia en lápida caliza,
con enlutada tinta y fino esfero:
“Me moriré en Paris con aguacero,
con gárgaras de sangre y fresca risa”.

En Santiago de Chuco, su lugar,
garúa cae con trozos de papel:
son versos fragmentados de Vallejo,

hemistiquio, dos patrias, un espejo.
Y no sorprende al cóndor ver volar
en plena cumbre de la torre Eiffel


(Trejo 27/03/2009)


(Santiago de Chuco, 16 de marzo de 1892 - París, 15 de abril de 1938) Escritor peruano. César Vallejo es acaso una de las figuras de mayor relieve dentro del vanguardismo hispánico. De origen mestizo y provinciano, su familia pensó en dedicarlo al sacerdocio: era el menor de los once hermanos; este propósito familiar, acogido por él con ilusión en su infancia, explica la presencia en su poesía de abundante vocabulario bíblico y litúrgico, y no deja de tener relación con la obsesión del poeta ante el problema de la vida y de la muerte, que tiene un indudable fondo religioso.
Vallejo hizo los estudios de segunda enseñanza en el Colegio de San Nicolás (Huamachuco). En 1915, después de obtener el título de bachiller en letras, inició estudios de Filosofía y Letras en la Universidad de Trujillo y de Derecho en la Universidad de San Marcos (Lima), pero abandonó sus estudios para instalarse como maestro en Trujillo.
En 1918 César Vallejo publicó su primer poemario: Los heraldos negros, en el que son patentes las influencias modernistas, sobre todo de Julio Herrera y Reissig. Esta obra contiene, además, muestras de lo que será una constante en su obra: la solidaridad del poeta con los sufrimientos de los hombres, que se transforma en un grito de rebelión contra la sociedad.
Acusado injustamente de robo e incendio durante una revuelta popular (1920), César Vallejo pasó tres meses y medio en la cárcel, durante los cuales escribió otra de sus obras maestras, Trilce (1922), que supone la ruptura definitiva con el modernismo y con el nacionalismo literario.
En 1923, tras publicar Escalas melografiadas y Fabla salvaje, César Vallejo marchó a París, donde conoció a Juan Gris y Vicente Huidobro, y fundó la revista Favorables París Poema (1926). En 1928 y 1929 visitó Moscú y conoció a Maiakovski, y en 1930 viajó a España, donde apareció la segunda edición de Trilce. De 1931 son su novela Tungsteno y el cuento de Paco Yunque, y un nuevo viaje a Rusia. En 1932 escribió la obra de teatro Lock-out y se afilió al Partido Comunista Español. Regresó a París, donde vivió en la clandestinidad, y donde, tras estallar la guerra civil, reunió fondos para la causa republicana.
Entre sus otros escritos destaca la obra de teatro Moscú contra Moscú, titulada posteriormente Entre las dos orillas corre el río. Póstumamente aparecieron Poemas humanos (1939) y España, aparta de mí este cáliz (1940), conmovedora visión de la guerra de España y expresión de su madurez poética. Contra el secreto profesional y El arte y la revolución, escritos en 1930-1932, aparecieron en 1973.

Transcribo este soneto del cóndor parisino.


Quiero escribir y me sale espuma

Quiero escribir pero me sale espuma.
Quiero decir muchísimo y me atollo;
no hay cifra hablada que no sea suma,
no hay pirámide escrita sin cogollo.

Quiero escribir pero me siento puma;
quiero laurearme, pero me encebollo.
No hay voz hablada que no llegue a bruma,
no hay dios, ni hijo de dios, sin desarrollo.

Vámonos, pues, por eso, a comer hierba,
carne de llanto, fruta de gemido,
nuestra alma melancólica en conserva.

¡Vámonos, vámonos! Estoy herido;
vámonos a beber lo ya bebido,
vámonos, cuervo, a fecundar tu cuerva.

Cesar Vallejo

23.1.09

Entre Sabina, Obama y Bush



Transcribo este par de sonetos del maestro Joaquin Sabina. Uno para Bush y otro para Obama.








So long Mr. Bush

Al criminal de guerra analfabeto
apóstol de un Yahvé paleocristiano
tan bastardo, tan mal samaritano,
peor que el otro Bush y más paleto,

cuyo programa cabe en un panfleto,
guantanamero, vil, burdo, tejano,
con futuro en la fragua de Vulcano,
da vergüenza ripiarle este soneto.

Caín de la batalla más cobarde,
el banquillo en La Haya está que arde
esperando que baje lo que sube.

Que se vaya al infierno en buena hora
el necio que desprecia cuanto ignora
con b de burro en vez de doble uve.



Wellcome Mr. Obama

Defraudará como defraudan todos
los que ciñen laureles y coronas,
pero otros aires traen otras personas
y no es lo mismo Hollywood que el Nodo.

Por fin la lista de los reyes Godos
se viste de un color que desentona,
yes, we can, grita Springsteen y Madonna
cultivando gardenias en el lodo.

Y así, mientras los perros y los gatos
desnudos, con los ojos como platos,
le piden un milagro a san Obama,

los parias, los ateos, los maricones,
jugamos a no hacernos ilusiones
por si termina la comedia en drama.

28.7.08

Salvador Novo


"Renovador de nuestra literatura"


Nació en la ciudad de México el 30 de julio de 1904. (Muere el 13 de enero de 1974)

Es considerado como uno de lo principales renovadores de nuestra literatura.
Fue fundador de la revista “Contemporáneos” en 1928 en la cual se publicaban las innovaciones de arte y cultura de la sociedad mexicana de la primer mitad del siglo XX; escritores como Xavier Villaurrutia, quien fuera su compañero, Carlos Pellicer, José Gorostiza, Jaime Torres Bodet, Enrique González Rojo, y otros, conformaban el grupo “Los Contemporáneos”, llamados así por el nombre de ésta misma.

Su poesía se encuentra en: XX poemas (1925), Nuevo amor (1933), Espejo (1933), Seamen Rhymes (1934), Décimas en el mar (1934), Romance de Angelillo y Adela (1934), Poemas proletarios (1934), Never ever (1934), Un poema (1937), Poesías escogidas (1938), Dueño mío. Cuatro sonetos inéditos (1944), Decimos: "Nuestra tierra" (1944), Florido laude (1945), Dieciocho sonetos (1955), Poesía 1915-1955 (incluye Poemas de infancia, 1955), Sátira (1955) y Poesía (l961).

El controvertido poeta, Salvador Novo, se desempeñó además como cronista, ensayista, dramaturgo, e historiador, cultivando brillantemente la prosa ensayística y el teatro.
Sus poemas ostentan la burla al sentimiento modernista, muestran de manera ingeniosa, su concepción de la historia nacional con ojo crítico y sin callarse nada. Es asombrosa la modernidad de sus recursos y de sus temas.


Sin duda, Salvador Novo, es de los personajes que más aportaron a la literatura mexicana.

A continuación, reproduzco un poema de “Nuevo amor”, que fue el primer libro completo de poesía de un autor mexicano traducido al inglés (previamente al francés y portugués).





BREVE ROMANCE DE LA AUSENCIA

Único amor, ya tan mío
que va sazonando el Tiempo:
¡qué bien nos sabe la ausencia
cuando nos estorba el cuerpo!

Mis manos te han olvidado
pero mis ojos te vieron
y cuando es amargo el mundo
para mirarte los cierro.

No quiero encontrarte nunca,
que estás conmigo y no quiero
que despedace tu vida
lo que fabrica mi sueño.

Como un día me la diste
viva tu imagen poseo,
que a diario lavan mis ojos
con lágrimas tu recuerdo.

Otro se fue, que no tú,
amor que clama el silencio
si mis brazos y tu boca
con las palabras partieron.

Otro es éste, que no yo,
mudo, conforme y eterno
como este amor, ya tan mío
que irá conmigo muriendo.

(Salvador Novo)



Fuentes:
Poesía en movimiento. (1915-1966)
Diccionario de Escritores Hispanoamericanos del Siglo XVI al Siglo XX. Larousse (2003).

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